Agradecimiento a Don Agustín Elizalde

El agradecimiento de la Honorífica Orden Internacional de Mérito a Don Agustín Elizalde Apezteguía por acompañarnos en nuestra Gala del 30 de mayo y realizar la bendición de la cena, Don Agustín con sus 92 años es todo un símbolo y ejemplo en Navarra y otros lugares de España y el mundo donde misionó.

Foto: Eugenio Zúñiga

*Quien cree, no está solo. Hay algo en lo profundo del ser humano que busca trascender, que anhela algo más allá de lo visible, más allá de lo inmediato. Esa fuerza —llámala vida, destino, amor, verdad, Dios, universo o simplemente esperanza— es el hilo invisible que nos une y que nos da dirección.

La fe es esa certeza silenciosa que no necesita pruebas, solo presencia. No se impone, no se grita, no se demuestra: se vive. Y cuando está, se nota. Porque quien tiene fe camina con otro paso, mira con otros ojos, escucha con otra hondura.

La fe no es una respuesta. Es una elección. Un acto valiente, íntimo y libre. Es decir: “aunque no lo entienda todo, creo que vale la pena seguir adelante”. Y esa simple afirmación, tan frágil y tan poderosa a la vez, es capaz de cambiar vidas, de sostener almas, de encender el mundo.

Porque al final, no importa en qué creas. Lo que importa es que creas. Que no te cierres. Que no te apagues. Que no pierdas ese hilo invisible que te une con lo más hondo de ti y con lo más alto que puedes llegar a ser”.

*Nota del Gran Canciller y Lugarteniente General Sr. Don Francisco García Campano